Mi reseña de nuestro breve viaje a Martinica. Cómo recorrimos la isla en automóvil, pero nunca visitamos nada.
Registro del barco. Día catorce.
¡Martinica! ¡Esta isla que esperaba y quería ver! Fui a la patria de la amada esposa de Napoleón con planes napoleónicos.
Durante el día, tuve que buscar un bus al aeropuerto desde el puerto, rentar un auto allí, recorrer 200 km por los pintorescos caminos montañosos de la isla, escalar el formidable volcán, ver las tres mejores playas con excelente snorkel, regresar a el aeropuerto al atardecer, devuelva el coche y regrese al transatlántico para cenar con una botella de vino tinto. ¡Gran plan! ¡El propio Bonaparte lo hubiera apreciado!
Todo empezó bien: lo que estaba en mi poder, lo hice. Entonces intervinieron los elementos: tan pronto como me puse al volante, el cielo se abrió y cargó un aguacero tropical. ¡Estuvimos inundados todo el día! Recorrimos casi toda la ruta, cerrando el anillo alrededor de la isla, pero no hicimos nada que valiera la pena en Martinica. ¡Al diablo con sus playas, pero fue una pena con un volcán! Llegamos al comienzo del sendero de ascenso, tomamos café, charlamos con los franceses, que lograron subir a la cima a primera hora de la mañana (pero luego se inundaron de todos modos) y, suspirando amargamente, nos alejamos. Tardaron 4 horas en llegar a la playa de Anse Noire (100 km) debido a la lluvia y los atascos, y para mi sorpresa, son feroces en la isla. La playa, aunque resultó agradable e íntima, definitivamente no es paradisíaca: el agua es fangosa, la arena es regular.
La isla en sí es verde, montañosa y hermosa. Las palmeras, los helechos, los plátanos crecen, las iguanas se arrastran, los pájaros tropicales silban, los insectos exóticos cantan. La naturaleza de Martinica es muy similar a las islas asiáticas, por ejemplo, Bali o Langkawi. Los aborígenes con el trasfondo de Bridgetown de mala calidad en Barbados son agradables y civilizados, sin embargo, solo hasta que anochece, entonces la mafia se despierta.
¿Vale la pena ir aquí a propósito? No. Es hermoso aquí, pero es más fresco en Asia. Toda la infraestructura está disponible, pero aquí es demasiado cara. Hay cierto sabor en los pueblos remotos, pero nada extraordinario. Es una pena que no haya podido escalar el volcán, porque es poco probable que vuelva aquí, excepto quizás en un crucero nuevamente.
UPD... Al principio respondió negativamente a la pregunta anterior, pero después de un tiempo dudó. De todos modos, esta isla no se me sale de la cabeza ... Una cierta nostalgia ya ha despertado. Quizás, el objetivo incumplido es el culpable de todo: escalar el volcán. Digan lo que digan, pero me gusta llevar lo que empecé hasta el final. ¡Así que quizás vuelva! Sin embargo, las desventajas como los altos precios y la falta de expresividad brillante en la isla de Martinica no se han cancelado, así que compruébelo usted mismo.
Nuestro viaje a Martinica en números (para dos):
- Tiempo en la isla: 11 horas.
- Kilometraje - 170 km.
- Alquiler de coche - 26 €.
- Gasolina - 20 €.
- Bus al aeropuerto y viceversa - 6 €.
- Un café y un sándwich en algún lugar fuera de lo común: 9 €.
